Escritora, periodista, librepensadora, maestra racionalista, masona y activista feminista. Nace en Cádiz y en 1861 se traslada a Huelva, probablemente por su trabajo de maestra. Allí fundó la Unión Femenina en 1898, una organización que tenía como fin la creación en aquella ciudad de escuelas laicas y de la que fue socia de honor.
Su vida está ligada a muchos de los proyectos que se inician en nuestro país con el fin de modernizar la sociedad, liberarla de la superstición y la ignorancia y, fundamentalmente, del clericalismo.
Perteneció a diferentes Logias masónicas en las que desempeñó importantes cargos. En 1886 fundó con otros pensadores de la época el Círculo Librepensador. Publica artículos en numerosas revistas. Cuando se funda la Sociedad Progresiva Femenina, Amalia fue una de las firmantes del mensajes dirigido por varias mujeres "A los demócratas españoles" reclamando el derecho al sufragio femenino. En 1918 funda la "Liga Española para el progreso de la Mujer".
Las claves de su feminismo están insertas en la línea del pensamiento laicista y
anticlerical que caracterizó al movimiento feminista de aquellos años. La emancipación, la entendía Amalia, a partir de la regeneración de la mujer en el ámbito
familiar como factor principal de él. En estos trabajos en pro de las mujeres, Amalia
le otorgaba a la masonería un papel fundamental. Para ella, la desigualdad de
las mujeres surgía del fanatismo religioso, causa de muchos prejuicios. Por ello su
empeño con las escuelas laicas, frente de combate al jesuitismo: un masón jamás
debería mandar a sus hijos a una escuela católica.
(Imagen tomada en junio de 1937 de mujeres en el templo masónico de Caxton Hall)