Angkhana Neelapaijit se había imaginado una vida muy diferente a la que tiene ahora. La repentina desaparición de su marido, Somchai Neelapaijit, un abogado defensor de los derechos humanos, cambió el curso de su vida y la llevó por un camino que nunca pensó que tendría que recorrer. De ama de casa con una licenciatura en derecho que cuidaba de su marido y sus cinco hijas e hijos, se convirtió en una valiente defensora de los derechos humanos, trabajando incesantemente para recuperar a su marido y ayudando a muchas otras personas que sufrían violaciones de sus derechos.
Galardonada con el prestigioso Premio Gwangju de Derechos Humanos, que reconoce a aquellas personas que han contribuido a fomentar los derechos humanos, la democracia y la paz, Angkhana Neelapaijit ha recibido también el reconocimiento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Tailandia.
Tras la desaparición de su marido en 2004, Angkhana Neelapaijit fue incluida en el programa del gobierno para la protección de testigos, y ha sido objeto de diversas amenazas de muerte por la representación, tanto la de ella como la de su marido, de casos legales controvertidos. A pesar del turbulento panorama político de Tailandia, nunca se ha echado atrás a la hora de defender casos de derechos humanos, como las presuntas violaciones de varias jóvenes por parte de soldados, matrimonios infantiles forzados y desapariciones de personas de diversas etnicidades y religiones durante los golpes de estado.
Neelapaijit es presidenta de la Fundación Justicia por la Paz, y Amnistía Internacional la ha descrito como “una de las principales defensoras de los derechos humanos en el sur de Tailandia”. La historia de Neelapaijit fue plasmada en un conocido documental titulado “Injusto”, en 2011, película que obtuvo un Premio Especial del Jurado en el festival Movies that Matter de La Haya.
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